Hoy vengo con una receta muy sencilla pero no por eso menos rica, es más , preparad mucho pan porque no podréis dejar de hacer "barquitos" en la salsa..........
Un solomillo de cerdo a la mostaza
Me encantan los asados de carne, me recuerdan momentos especiales como el cordero asado de mi Tia Elena en Nochebuena o los sábados por la noche que mi padre hacia costillas al horno con patatas, pollo relleno de cebolla y jamón.............evocan momentos de sentarse con la familia a disfrutar de la compañía y la comida.
Yo mantengo la tradición de los sábados noche rico asado y buena peli.
Pues venga ya estáis tardando en coger papel y lápiz que nos metemos en faena.
Ingredientes
1 solomillo de cerdo
Mostaza de Dijon
Mostaza a la Antigua al Vino Blanco DOP Borgoña (la compro en carrefour y está muy rica, le da un toque especial pero si no tenéis no pasa nada)
Patatas
Aceite de Oliva virgen extra
Vino Peregrino Albarin.
Preparación
En primer lugar, limpiar el solomillo de grasa y untarlo bien de mostaza para dejarlo macerar al menos 30 minutos.
A continuación pelamos las patatas y las cortamos "chascándolas" , en relación con esto aclaró dos cosas; ¿qué es? y ¿Por qué ?
Es un tipo de corte en el que introducimos el cuchillo para partir pero no llegamos al final si no que es el momento de "chascar", es decir, romper la patata.
Rompedla cuando lleguéis justo antes del final, como podéis observar en la foto.
Utilizo este tipo de corte para que la patata suelte el almidón y la salsa quedé más espesita ya que no me gusta utilizar ningún tipo de espesante cuando cocino
Disponemos las patatas en una fuente de horno, ponemos aceite suficiente para que cubra el fondo y unas hierbas provenzales e introducís al horno con calor arriba y abajo a 200ºC.
Aclaro que no pongo sal porque la mostaza ya lleva y cuando cocino acostumbro a no salar mucho las cosas pero es cuestión de gustos, si sois "salaos" poned sal.
Las patatas las meto antes al horno porque tardan más en hacerse que la carne y no hay nada más triste que una carne seca ¿no creéis?.
A mi cabeza vienen recuerdos de cuándo era pequeña y alguna vez me ponían para comer alguna carne condenadamente seca (no mi madre que ella guisa como los ángeles, un saludo mami que sé que me lees :)) y masticaba y masticaba hasta que algún adulto me decía "venga traga que tardas mucho" y yo contestaba "es que se me hace bola...." y mi madre rauda y veloz venía con la servilleta salvadora para que dejara de sufrir masticando ese plástico insípido, seguro que os ha pasado también.
Mientras las patatas están en el horno no hay más que hacer, aprovechad para cualquier otra actividad.........yo normalmente friego la cocina, ordeno cosas, miro a la luna de valencia, abro el frigo y picoteo........que por cierto os enseño el contenido.
¿Qué os parece? Está un poco desorganizado pero a la vista está que tengo muchas cosas frescas, que jamás podré decir que no me gustan los lácteos y que los platos de arriba son de jamón serrano y queso. Los findes siempre tengo preparados como mínimo dos platos listos para ser catados, quedaría muy bien si dijera que por si viene alguna visita pero mentiría como una bellaca, son para uso y disfrute personal ja ja ja, pero bueno si me visitáis gustosamente compartiré.
También los vinitos rosados y blancos bien fresquitos, cervezas, nestea, donuts de chocolate y 1.000 cosas más jajaja.
Ooooppsss a mirar el horno inmediatamente que ya se oye como se están friendo las patatas y es el momento de poner el vino.
En mi caso he elegido este Peregrino Albarín elaborado 100% con uva albarín que es una variedad que únicamente existe en el Principado de Asturias y en la zona sur de la provincia de León aunque también se ha encontrado por la zona de Betanzos.
Me encanta este vino para este plato porque en boca tiene una acidez equilibrada y es untoso, además ha recibido varios premios como el Baco de Oro cosecha 2013, medalla de plata en el "Concours Mondial" de Bruxelles 2014, Premio Monovino 2014......y recientemente Baco de Plata cosecha 2016.
Pero os vale cualquier vino blanco que sea seco como un verdejo.
Sed generosos y otra vez a hacer otras cosas (si es que este plato se hace solo prácticamente) cuando veáis que las patatas están tiernas, es decir, que las partimos con el cuchillo es el momento de coger nuestra excelente pieza de carne y metedla en el horno y darle alguna vuelta para que la mostaza vaya a la salsa y otra vez a cerrar.
y cuando la carne esté rosita por dentro (tampoco mucho) y jugosita sacáis y partís en trozos más bien grueso.
Si observáis que queda cruda metéis otra vez al horno pero sólo un segundín porque sería una pena que por hacer cualquier bobada arruinemos el trabajo que hemos hecho........bueno seamos sinceros el trabajo lo ha hecho el horno pero nadie tiene por qué saberlo ja ja ja y ¡listo!.
A disfrutar con mucho pan.
Pues con este plato tan sencillo y tan rico ya listo me despido hasta otro plato, espero que os haya gustado.
Li
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