Ya tenia ganas de hacer mi primera crítica, sobre todo cuando vas a Restaurantes de prestigio, en los que descubres lo importante que es un gesto tan sencillo como sazonar.
En concreto, el Restaurante del que voy a desglosaros algunos de los platos de su carta está situado en pleno centro de Granada dentro del Hotel "Villa Oniria" y se llama "La Fábula", de ahí el normbre de la entrada.
Crónica de un desengaño "Fabuloso
Fuí a Granada, de viaje para ver sus maravillosa arquitectura, hará unos dos años.
La verdad que Granada es preciosa, además el tiempo me acompañó todo el Fin de Semana, yo iba muy contenta porque me encanta viajar y la Arquitectura así que imaginaros lo que puedo disfrutar pateando Granada.
Bueno y también porque es imposible hablar de Granada y no mencionar sus maravillosas y abundantes tapas, como esta de la foto, así que, digamos que tenía unas expectativas muy altas.
Una de las noches que pasé allí tenía reservada mesa en el Restaurante "La Fábula" para probar su menú degustación porque había oído buenas críticas y al meterme en su web ellos publicaban muchos artículos alabando la maestría de su Chef, así que, como una noche era una noche pues me dirigí allí con un amigo a 55€ por cabeza.
Para empezar, era Marzo y en el Salón había poca gente, a la entrada estuvimos esperando unos 10 minutos hasta que un camarero entró en la sala y nos acomodó en una mesa.
Estaba todo muy en silencio y hacía frío que son detalles que te deslucen la cena porque normalmente se pone un poquito de música de fondo, pero bueno si la comida es buena pues esto son detalles insignificantes que pasan desapercibidos porque nos vamos con el estómago lleno de rica comida pero no fue mi caso.
Cuando nos sentamos el camarero que nos atendía parecía perdido y eso que en varias ocasiones le recordamos que nosotros habíamos reservado y teníamos pagado un menú de degustación.
Pasada más de media hora empezó a traer los platos.
El primero
Uno de los fallos, en general de toda la cena, fue que el camarero no nos explicaba lo que nos estaba sirviendo, y al ser un menú en el que cada plato está compuesto por varios elementos es un grave error porque no sabes el orden a la hora de comer, ni si hay que mezclar los elementos.
Este primero era un chupito de setas con un rollito de calabacín en una salsa de tomate.
¿Por dónde empezar?
El Puré de setas no estaba sazonado, estaba mal triturado y mordí arenilla.
El rollito estaba templado tirando a frío pero era pasable, para abir boca no estaba mal aunque se echaba de menos alguna proteína como un pescado o marisco dentro del rollito.
El segundo
Foie frío hecho sin molde, de manera natural, pequeñas esponjas de frutos ácidos y especias,
caramelo de manzana asada y piñones tiernos | 17,50 € en la carta.
caramelo de manzana asada y piñones tiernos | 17,50 € en la carta.
Sin duda el peor plato de la velada, si pusieran en el plato lo mismo que dice el menú podría haber estado a la altura de su precio pero era ridículo.
Trocitos diminutos, como el camarero no nos explicó como se comía pues no había conexión entre ningún sabor, me gustaría haber preguntado al Chef el sentido de esto.
Las esponjas estaban asquerosas, el caramelo sólo pegaba a medias con el Foie y los piñones me gustaría decir algo pero no los encontré.
Me recordó mucho a un Monólogo de Joaquin Reyes imitando a Ferrán Adriá que decía "He reinventado la cocina española a base de "tontas" y "chorrás" como pianos".
El Tercero
No me atrevo a decir que era esto, ya que el camarero nos tiró encima de la mesa el plato y se fue a hacer otras cosas imagino más interesantes que atender las mesas , pero haciendo uso de mi imaginación y paladar digo que era una vieira, estaba bien cocinada pero volvemos a la pregunta de ¿Dónde se fue la Sal o el Sabor?
El fondo era una pasta bastante espesa de calabacín cebolla caramelizada y otros elementos que no identifiqué, a la vista parecía la masa de una croqueta antes de hacerlas y el sabor era de harina cruda como un intento de veoluté o algo parecido.
El Cuarto
Bacalao en tres texturas.
El Bacalao, siguiendo la tónica de la noche, era una pieza minúscula, poco hecho y sin sabor, tenía un trozo de piel frita a modo de corteza que imagino sería la segunda textura, y unas huevas de bacalao que apuesto era la tercera textura.
La espuma humedecía el pescado y lo hacía un tanto baboso en el paladar lo que convertía el bocado en algo poco agradable y esa circunferencia de gelatina debió caerse al plato porque no aportaba nada ni al sabor ni a la presentación.
El postre
Los cubatas que me bebí de fiesta porque en el Retaurante no nos dieron nada de nada, las Buenas Noches. Me dieron una cena de degustación por 55€ y sólo bebimos una botellita de Agua ,con tan solo 4 tapas mal sazonadas, sin hablar del servicio que estuvo a la altura de la comida.
Por si algún día leyera esto la persona encargada del Restaurante "La Fábula" una cena de degustación se compone de unos 7 platos y siempre contiene postre para cerrar la boca y algún elemento intermedio para limpiar el paladar entre la carne y el pescado, como un sorbete.
Pero bueno, no soy critico ni tengo idea de la cocina de autor así que únicamente decir que no volveré a hacer incursión en mundos tan extraños porque la comida no está para decorar si no para comer así que seguiré haciendo recetas de platos bien abundantes.
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